Seguro que muchos de nuestros lectores recuerdan infinidad de películas de ciencia ficción antiguas (o no tan antiguas) en las cuales se recrea lo que sería la sociedad futura como un mundo absolutamente mecanizado, con robots antropomórficos que se encargan de hacer las tareas del hogar, coches voladores, autopistas en forma de tubos y viajes espaciales como el no va más del turismo.

Por ahora corre el otoño de 2012 y en mi caso no poseo ninguna escafandra ni tengo planes para visitar algún lujoso complejo hotelero ubicado en la luna, pese a que hoy, me he encontrado con una noticia que me ha hecho sentirme muchísimo más cerca de ese futuro lleno de naves voladoras que solemos ver en el cine.
Y es que Tata, ese fabricante de coches Indio con nombre de hermana mayor, se trae entre manos un proyecto muy revolucionario: Airpod, un automóvil que es capaz de moverse generando energía usando aire comprimido.

El Airpod se ha estado desarrollando desde el año 2004, pese a ser ahora cuando la empresa Tata comienza a estudiar las posibilidades y el potencial comercial que tendría la salida al mercado un automóvil de estas características.
La empresa India logró terminar el primer prototipo completamente funcional del Airpod a finales del año pasado, confirmando por completo que es viable un motor que funcione gracias a la energía generada por la fuerza del aire comprimido, otorgándole una autonomía al vehículo de hasta 220 kilómetros con una velocidad máxima de travesía de hasta 70 kilómetros hora.

La idea es muy interesante, y abre un camino sobre el que deberían investigar con más fuerza las principales empresas productoras de automóviles, dada la carencia de combustibles fósiles que está por venir.
La única pega que le podemos poner al Airpod es su, ehm, extravagante diseño, que por ahora no parece que vaya a contar con aceptación generalizada y que seguramente , dada la intención de Tata de comercializar el Airpod, sufra futuras modificaciones para que se adapte a los criterios de diseño más actuales.